Tratamientos para el eccema y el colágeno
Existen varias opciones de tratamiento disponibles para el eccema, las cuales se pueden clasificar en los siguientes grupos:
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Tratamientos tópicos: Estos incluyen cremas y ungüentos que se aplican directamente en la piel. Pueden ayudar a aliviar el picor y la inflamación, y también pueden mejorar la apariencia de la piel. Ejemplos incluyen corticosteroides, inhibidores de calcineurina y humectantes con colágeno.
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Tratamientos sistémicos: Estos son medicamentos que se toman por vía oral o por inyección. Generalmente se usan para casos más graves de eccema o cuando los tratamientos tópicos no son efectivos. Ejemplos incluyen corticosteroides orales o inyectados, y fármacos inmunosupresores.
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Terapia de luz: La fototerapia o terapia de luz es otra opción. Este tratamiento implica exponer la piel a cantidades controladas de luz natural o artificial para ayudar a reducir la inflamación y despejar la erupción.
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Cambios en el estilo de vida: En algunos casos, el eccema se puede manejar mediante cambios en el estilo de vida, como evitar desencadenantes, mantener la piel hidratada y reducir los niveles de estrés.
Es importante tener en cuenta que el eccema es una afección crónica, y actualmente no hay cura. El mejor plan de tratamiento se determinará trabajando con un proveedor de atención médica que considerará la gravedad, la ubicación y los desencadenantes del eccema.